martes, 29 de enero de 2013

El Castillo de Iras y no Volveras (3°parte)

Sin nuevos impedimentos se celebraron las bodas de la princesa y sus salvador,cumpliendo el rey su promesa de entregarles la mitad de sus bienes.
Cierto día en que se encontraban los esposos en una de las altas almenas de su castillo,el joven,mirando a la lejanía preguntó a al princesa:-Esposa mía, ¿podrías decirme que son aquellas altas torres que se divisan allá lejos?-  Aquello que allí se ve -contestó la princesa- es el castillo de Irás y no Volveras.Por el gran cariño que por ti siento,te ruego que jamás te acerques a sus murallas.
_¿Ycuál es la razón de ello?, _Ese castillo esta encantado y todo aquel que en él penetra no sale jamás.
Se quedó pensativo nuestro joven y no volvio hablar más del asunto y cogiendo a su esposa por el talle descendió con ella a la cámara que en el castillo del rey le habían destinado.
Pasó algún tiempo y ya no se acordaba el vencedor de la serpiente de aquel fatidico castillo,cuando cierto día en que había salido de caza montado en su yegua,armado con su lanza y seguido de su fiel perro,sin darse cuenta de ello se encontró ante los muros del Castillo de Irás y no volverás.Sin pensarlo dos veces y aquijoneado por la curiosidad,se acercó a la puerta y con la lanza golpeó fuertemente en ella.Desde dentro le llegó una voz que preguntaba: _¿Quién es el atrevido que con tan fuertes golpes llama a las puertas de este castillo?-  A lo que contestó el joven: _ Soy un cazador que se ha extraviado y pide asilo.
Se abrió la puerta y por ella apareció el arrugado rostro de una vieja.
-Entre en el castillo valiente cazador-dijo- Mas reparando en la yegua añadió: Pero antes habrás de apearte de tu montura y dejarla fuera.
-¿Y dónde voy a dejarla? .preguntó el joven-No tengo con que atarla.
A lo que respondio la vieja:- No te apures por eso.Arranca un pelo de mi cabeza y con él podrás atarla.
No pudo por menos de reírse el cazador ante lo dicho por la vieja,más ésta exclamó: _No te rías ,no.Haz lo que te digo y así que cuando lo arranques se convertirá en cuerda.
Asi lo hizo el incauto y en efecto ,en cuanto lo tuvo en su mano vio que era una fuerte maroma.Ató a la yegua y entró en el castillo.¡Nunca lo hiciera| A penas traspuso el dintel de la puerta quedó convertido en un animal con figura de perro.Inmediatamente se cerraron las puertas del castillo,mientras la horrible vieja se internaba por los corredores lanzando pavorosas carcajadas.
Pasaron los días y en vista de que su marido no regresaba,la princesa empezó a temer por su suerte,hasta que finalmente cayó en la cuenta de que el joven debía estar encantado en el Castillo de Irás y no volverás.Subió a la más alta torre del castillo de su padre y desde allí contempló las fatídicas murallas ,tras las cueales no dudaba que se hallaba prisionero su esposo.Noche y día permaneció en su atalaya sin quitar los ojos de aquellos muros y pese a los ruegos de sus padres y doncellas,se negó a probar ninguna clase de alimento ni bebidas hasta que no le fuese devuelto su amado héroe.
Mientras tanto el hermano segundo veía cómo el agua de la botella que le habían entregado su padre,se enturbiaba más cada día por lo que supuso que su hermano mayor se encontraba en peligro.Deseando ayudarle montó en su yegua y armado de la lanza y seguido de su perro, se encaminó al país en que sabía que aquél habitaba.Llegado al palacio del rey se hizo conducir a presencia de éste ,el cual el puso en antecedentes de lo sucedido a su hermano.Inmediatamente se dirigió el segundo hermano al Castillo de Iras y no volveras,dispuesto a liberar al esposo de la princesa.
Llegó ante los muros y como el otro hizo antes,llamó a la puerta de la mansión.Todo sucedió como la vez anterio,el pobre joven quedó encantado en forma de lobo,mientras en el interior del castillo resonaba las estentóreas carcajadas de la bruja.
El hermano más joven observó que el agua de su botella se ponía turbia y pensando que a sus hermanos les podía haber sucedido alguna desgracia,montó y también en su yegua se armó con la lanza y haciendose acompañar de su perro,se encaminó en busca de aquellos.Como su hermano segundo llegó al pueblo,donde encontró a todos sus habitantes muy  tristes por la desaparición de los dos hermanos y prontamente le pusieron en antecedentes de lo sucedido.
Sin bajar de su yegua,se dirigió el tercer hermano hacia el Castillo de Irás y no Volveras y al llegar ante la puerta,la golpeó fuertemente con la contera de su lanza.
Pronto se oyó la voz de la bruja que preguntaba quién era el osado que de aquella manera golpeaba las puertas del castillo, a lo que nuestro joven grito airado:-Abrid inmediatamente si no queréis que eche la puerta abajo.
Atemorizada la bruja ante anquella voz que sonaba amenazadora,abrió la puerta al tiempo que preguntaba al visitante qué  era lo que deseaba.
-Quiero que inmediatamente me entregues a mis hermanos los cuales me consta que están aquí encantados y si no lo haces en seguida ,te atravesaré con mi lanza y daré a comer tu corazón a mi perro.
La vieja vio que aquel caballero era muy capaz de llevar a efecto sus amenazas por lo cual intentó engañarle con melosas palabras.
-Ten compasión tan apuesto c aballero de una débil anciana como yo: para demostraros que  os engañais en lo referente a vuestros hermanos descended de la yegua y registrad todo el castillo.Os entregaré las llaves de todas las habitaciones para que por vos mismo os convenzáis de la veracidad de mis palabras.
No se dejó engañar el joven por las melifluas palabras de la vieja y contestó:-Entraré en este maldito castillo encima de mi montura y desgraciada de ti si intentas oponerte.
Espoleó a la yegua y se lanzó al asalto del castillo.La bruja viéndose perdida,lanzó un horrible grito y se puso ante el animal intentando agarrarse a las riendas.El joven la enfiló con su lanza,con tan buena puntería que le atravesó su malvado corazón.Una humareda se alzó del lugar que antes ocupaba la bruja y por las puertas del castillo maldito empezaron a surgir infinidad de apuestos donceles que al morir la bruja habían recobrado su verdadera forma.Entre ellos salieron los dos hermanos del joven los cuales,al verlo se arrojaron en sus brazos llenos de alegría.Montaron en sus yeguas y seguidos de la lucida corte de todos aquellos apuestos donceles desencantados,se dirigieron al palacio del rey.La princesa que aún permanecía en su atalaya,al divisar aquella cabalgata que se dirigía hacia el pueblo,no dudó que entre ella se encontraría su muy amado héroe y ordenando a dos de sus más fieles camareras que la siguiesen salió al encuentro de los caballeros.Al divisar a su esposo se echó en sus brazos llorando de  felicidad, y seguidamente todos se encaminaron hacia el palacio.Primero iba la princesa con su esposo y detrás se emparejaron los otros dos hermanos con las bellas camareras de la princesa,no tardando de entablar tan animada conversación que el camino se les hizo corto.Los dos jóvenes encontraron tan encantadoras y recatadas a las doncellas que al punto se sintieron enamorados de ellas.Las damiselas miraban a hurtadillas a los jóvenes no recordando haber visto en su vida caballeros más apuestos y arrogantes que aquéllos.
Con grandes muestras de alegría fueron recibidos por el rey sus súbditos los cuales no sabían en que forma agradecer a los hermanos que les hubiesen librado de aquel tenebroso Castillo de Irás y no volverás.
Cuando ya se hubieron calmado los primeros transportes de alegría ,el rey reunió a toda su corte y dijo a los hermanos de su yerno:
-Tanto yo como mis súbditos no sabemos como pagaros lo que habéis hecho por el futuro rey de mis dominios;por tanto, os autorizamos a que escojáis lo que más os plazca.
-Entonces los jóvenes se dirigieron donde estaban las dos camareras de la princesa y cogiéndolas de las manos las presentaron al rey,diciendo:-Si en verdad queréis darnos un premio,si estas bellas doncellas están conformes, dádnoslas por esposas,que con ellos nos consideraremos más que suficientemente pagados.
Miró el rey a las doncellas y al ver el rubor que cubría sus hermosos semblantes,lanzó una alegre carcajada y dijo:
-Bien poco me cuesta complaceros,toda vez que en el rostro de estas recatadas doncellas,veo que de poco serviría el negarme. Pues ¿quién es el hombre que amando su tranquilidad se oponga a los deseos de una mujer enamorada? Más como eso nada me cuesta y deseo recompensaros,os nombro mis ministros por todo lo que me resta de vida.
De allí a pocos días se celebró la doble boda,con lo que todo el mundo se consideró completamente feliz.
FIN

2 comentarios:

lisbett dijo...

Hola hermana, vaya cuento, cuando éramos niñas , yo lo leía y releía mucho, me gustaba mucho y aún de adulta también me ha gustado leerlo, recordar estos cuentos es muy placentero, espero nos entregues otros de los cuentos, son sencillos y siempre llevan un mensaje, un abrazo.

Anónimo dijo...

Gracias por este lindo cuento. Espero nos siga entregando más de Los 10 Mejores Cuentos españoles