martes, 27 de enero de 2015

CUENTOS DE LA ALAHAMBRA

Tuve la oportunidad de visitar la Alhambra en Granada y quede fascinada con los palacios ,adquirí un libro "cuentos de la Alhambra" de Washington Irving,de allí he rescatado un hermoso cuento.

EL PEREGRINO DEL AMOR

Hubo un rey Moro de Granada que tuvo un hijo único ,al que llamó Ahmed ,.Los astrólogos coincidieron en  en predecir que seria un gran soberano,pero que su temperamento amoroso le llevaría a ciertos peligros .
Para precaver esto,el Rey,determinó sabiamente en opinión de sus partidarios incondicionales educar al príncipe en un retiro donde no viera rostro de mujer ni siquiera oyese la palabra "amor".Para este fin construyó un hermoso palacio en lo más encumbrado de la eminencia que domina la Alhambra entre jardines deliciosos,pero rodeado de murallas.,allí fue encerrado Ahmed,encargándose de su educación y de su vigilancia el talentoso Eben Bonabben,un sabio árabe que paso gran parte de su vida en Egipto estudiando los jeroglíficos y explorando e investigando las tumbas y pirámides ,dijole el rey: Usad toda precaución que creáis adecuada al propósito y sabed oh Eben,que si mi hijo llega a aprender sobre el amor,responderéis con vuestra cabeza,
Bajo la atención vigilante del filosofo fue creciendo el príncipe en el retiro del palacio y de los jardines,aprendiendo un conocimiento de varias ramas del saber,mas superficial que hondo,pero lo bastante para su condición de príncipe que un día llegará a empuñar el trono.
En estas condiciones cumplió los veinte años,hecho un prodigio de erudición para su edad,pero totalmente ignorante del amor.
Produjose de pronto un cambio profundo en la manera de ser de Ahmed ,abandonó los estudios y dedicó sus ratos a vagar por los carmenes y quedar pensativo al pie de las fuentes.Entre las diversas lecciones había aprendido algo de música a la que ahora dedicaba buena parte de las horas del día acompañando a esta amena ocupación la poesía,en la que cifraba decidido entusiasmo.
Alarmose el sabio que se esforzaba por alejarlo de estas fútiles aficiones tratando de engolfarle en un curso de álgebra ,y que el príncipe rechazaba y el dijo a su profesor:
-no puedo con el álgebra,abominó  ese estudio,Procuradme algo que hable al corazón que se adentre mas en mi.
Movió el sabio el enjuto rostro y se dijo: acabó el imperio de la filosofía,el príncipe ha descubierto que tiene corazón y que para algo lo tiene.
Desde aquel momento vigiló mas estrechamente que antes a su discípulo,.Siguió vagando el príncipe por los jardines en un frenesí de sentimientos cuyos motivos el desconocía,,tan pronto sentabase para ensimismarse en el delicioso rapto y pulsar luego su laúd al que arrancaba notas suavisimas,como alejaba de si el instrumento para entregarse a hondos suspiros y patéticas exclamaciones.
Alarmó al sabio esta excitación melancólica del príncipe,de la cual el suceso menos esperado podía revelarle el secreto fatal,preocupado por el estado de su discípulo y temblando por la seguridad de su propia cabeza,alejó a Ahmed de las seducciones del jardín y le recluyo en la torre mas alta del Generalife.
Las habitaciones de esta torre eran bellisimas .
No sabia el sabio a que apelar para curar a su discípulo del sentimentalismo que se había apoderado de el,agotado casi todos los estudios que pudieran ser agradables,afortunadamente se instruyó el sabio cuando estuvo en Egipto en el lenguaje de las aves.El príncipe quedo encantado con el estudio,aplicandose a la perfección. Para.Para Ahmed ya no era un encierro la torre,tenia amigos con quienes hablar compañeros agradables que rompieran su soledad.
El primer conocimiento que hizo fue con un halcón que había construido su nido en una hededura de las almenas,desde donde se lanzaba en busca de presa.Pero el príncipe encontró poca cosa estimable en este halcón,pirata de los aires,fanfarrón ,no hablaba mas que de rapiña y carnicería y de sucesos furiosos y violentos.
Trabó luego amistad con una lechuza que parecía sabihonda con su enorme cabeza y ojos vivos y penetrantes,pretendía poseer grandes conocimientos y hablaba de astrología y de la luna y de las ciencias ocultas.,el príncipe se canso de la lechuza ,tocole el turno a una golondrina.Al principio cautivo al príncipe. Hablaba con elegancia pero siempre volando ,era vanidosa pretendiendo saberlo todo.Estos fueron los únicos compañeros alados con los cuales tuvo Ahmed ocasión de ejercitarse en el nuevo lenguaje que había aprendido.Se cansó de tan inconstantes amigos de conversación y volvió a caer en la melancolía.(continuará....)