Sin nuevos impedimentos se celebraron las bodas de la princesa y sus salvador,cumpliendo el rey su promesa de entregarles la mitad de sus bienes.
Cierto día en que se encontraban los esposos en una de las altas almenas de su castillo,el joven,mirando a la lejanía preguntó a al princesa:-Esposa mía, ¿podrías decirme que son aquellas altas torres que se divisan allá lejos?- Aquello que allí se ve -contestó la princesa- es el castillo de Irás y no Volveras.Por el gran cariño que por ti siento,te ruego que jamás te acerques a sus murallas.
_¿Ycuál es la razón de ello?, _Ese castillo esta encantado y todo aquel que en él penetra no sale jamás.
Se quedó pensativo nuestro joven y no volvio hablar más del asunto y cogiendo a su esposa por el talle descendió con ella a la cámara que en el castillo del rey le habían destinado.
Pasó algún tiempo y ya no se acordaba el vencedor de la serpiente de aquel fatidico castillo,cuando cierto día en que había salido de caza montado en su yegua,armado con su lanza y seguido de su fiel perro,sin darse cuenta de ello se encontró ante los muros del Castillo de Irás y no volverás.Sin pensarlo dos veces y aquijoneado por la curiosidad,se acercó a la puerta y con la lanza golpeó fuertemente en ella.Desde dentro le llegó una voz que preguntaba: _¿Quién es el atrevido que con tan fuertes golpes llama a las puertas de este castillo?- A lo que contestó el joven: _ Soy un cazador que se ha extraviado y pide asilo.
Se abrió la puerta y por ella apareció el arrugado rostro de una vieja.
-Entre en el castillo valiente cazador-dijo- Mas reparando en la yegua añadió: Pero antes habrás de apearte de tu montura y dejarla fuera.
-¿Y dónde voy a dejarla? .preguntó el joven-No tengo con que atarla.
A lo que respondio la vieja:- No te apures por eso.Arranca un pelo de mi cabeza y con él podrás atarla.
No pudo por menos de reírse el cazador ante lo dicho por la vieja,más ésta exclamó: _No te rías ,no.Haz lo que te digo y así que cuando lo arranques se convertirá en cuerda.
Asi lo hizo el incauto y en efecto ,en cuanto lo tuvo en su mano vio que era una fuerte maroma.Ató a la yegua y entró en el castillo.¡Nunca lo hiciera| A penas traspuso el dintel de la puerta quedó convertido en un animal con figura de perro.Inmediatamente se cerraron las puertas del castillo,mientras la horrible vieja se internaba por los corredores lanzando pavorosas carcajadas.
Pasaron los días y en vista de que su marido no regresaba,la princesa empezó a temer por su suerte,hasta que finalmente cayó en la cuenta de que el joven debía estar encantado en el Castillo de Irás y no volverás.Subió a la más alta torre del castillo de su padre y desde allí contempló las fatídicas murallas ,tras las cueales no dudaba que se hallaba prisionero su esposo.Noche y día permaneció en su atalaya sin quitar los ojos de aquellos muros y pese a los ruegos de sus padres y doncellas,se negó a probar ninguna clase de alimento ni bebidas hasta que no le fuese devuelto su amado héroe.
Mientras tanto el hermano segundo veía cómo el agua de la botella que le habían entregado su padre,se enturbiaba más cada día por lo que supuso que su hermano mayor se encontraba en peligro.Deseando ayudarle montó en su yegua y armado de la lanza y seguido de su perro, se encaminó al país en que sabía que aquél habitaba.Llegado al palacio del rey se hizo conducir a presencia de éste ,el cual el puso en antecedentes de lo sucedido a su hermano.Inmediatamente se dirigió el segundo hermano al Castillo de Iras y no volveras,dispuesto a liberar al esposo de la princesa.
Llegó ante los muros y como el otro hizo antes,llamó a la puerta de la mansión.Todo sucedió como la vez anterio,el pobre joven quedó encantado en forma de lobo,mientras en el interior del castillo resonaba las estentóreas carcajadas de la bruja.
El hermano más joven observó que el agua de su botella se ponía turbia y pensando que a sus hermanos les podía haber sucedido alguna desgracia,montó y también en su yegua se armó con la lanza y haciendose acompañar de su perro,se encaminó en busca de aquellos.Como su hermano segundo llegó al pueblo,donde encontró a todos sus habitantes muy tristes por la desaparición de los dos hermanos y prontamente le pusieron en antecedentes de lo sucedido.
Sin bajar de su yegua,se dirigió el tercer hermano hacia el Castillo de Irás y no Volveras y al llegar ante la puerta,la golpeó fuertemente con la contera de su lanza.
Pronto se oyó la voz de la bruja que preguntaba quién era el osado que de aquella manera golpeaba las puertas del castillo, a lo que nuestro joven grito airado:-Abrid inmediatamente si no queréis que eche la puerta abajo.
Atemorizada la bruja ante anquella voz que sonaba amenazadora,abrió la puerta al tiempo que preguntaba al visitante qué era lo que deseaba.
-Quiero que inmediatamente me entregues a mis hermanos los cuales me consta que están aquí encantados y si no lo haces en seguida ,te atravesaré con mi lanza y daré a comer tu corazón a mi perro.
La vieja vio que aquel caballero era muy capaz de llevar a efecto sus amenazas por lo cual intentó engañarle con melosas palabras.
-Ten compasión tan apuesto c aballero de una débil anciana como yo: para demostraros que os engañais en lo referente a vuestros hermanos descended de la yegua y registrad todo el castillo.Os entregaré las llaves de todas las habitaciones para que por vos mismo os convenzáis de la veracidad de mis palabras.
No se dejó engañar el joven por las melifluas palabras de la vieja y contestó:-Entraré en este maldito castillo encima de mi montura y desgraciada de ti si intentas oponerte.
Espoleó a la yegua y se lanzó al asalto del castillo.La bruja viéndose perdida,lanzó un horrible grito y se puso ante el animal intentando agarrarse a las riendas.El joven la enfiló con su lanza,con tan buena puntería que le atravesó su malvado corazón.Una humareda se alzó del lugar que antes ocupaba la bruja y por las puertas del castillo maldito empezaron a surgir infinidad de apuestos donceles que al morir la bruja habían recobrado su verdadera forma.Entre ellos salieron los dos hermanos del joven los cuales,al verlo se arrojaron en sus brazos llenos de alegría.Montaron en sus yeguas y seguidos de la lucida corte de todos aquellos apuestos donceles desencantados,se dirigieron al palacio del rey.La princesa que aún permanecía en su atalaya,al divisar aquella cabalgata que se dirigía hacia el pueblo,no dudó que entre ella se encontraría su muy amado héroe y ordenando a dos de sus más fieles camareras que la siguiesen salió al encuentro de los caballeros.Al divisar a su esposo se echó en sus brazos llorando de felicidad, y seguidamente todos se encaminaron hacia el palacio.Primero iba la princesa con su esposo y detrás se emparejaron los otros dos hermanos con las bellas camareras de la princesa,no tardando de entablar tan animada conversación que el camino se les hizo corto.Los dos jóvenes encontraron tan encantadoras y recatadas a las doncellas que al punto se sintieron enamorados de ellas.Las damiselas miraban a hurtadillas a los jóvenes no recordando haber visto en su vida caballeros más apuestos y arrogantes que aquéllos.
Con grandes muestras de alegría fueron recibidos por el rey sus súbditos los cuales no sabían en que forma agradecer a los hermanos que les hubiesen librado de aquel tenebroso Castillo de Irás y no volverás.
Cuando ya se hubieron calmado los primeros transportes de alegría ,el rey reunió a toda su corte y dijo a los hermanos de su yerno:
-Tanto yo como mis súbditos no sabemos como pagaros lo que habéis hecho por el futuro rey de mis dominios;por tanto, os autorizamos a que escojáis lo que más os plazca.
-Entonces los jóvenes se dirigieron donde estaban las dos camareras de la princesa y cogiéndolas de las manos las presentaron al rey,diciendo:-Si en verdad queréis darnos un premio,si estas bellas doncellas están conformes, dádnoslas por esposas,que con ellos nos consideraremos más que suficientemente pagados.
Miró el rey a las doncellas y al ver el rubor que cubría sus hermosos semblantes,lanzó una alegre carcajada y dijo:
-Bien poco me cuesta complaceros,toda vez que en el rostro de estas recatadas doncellas,veo que de poco serviría el negarme. Pues ¿quién es el hombre que amando su tranquilidad se oponga a los deseos de una mujer enamorada? Más como eso nada me cuesta y deseo recompensaros,os nombro mis ministros por todo lo que me resta de vida.
De allí a pocos días se celebró la doble boda,con lo que todo el mundo se consideró completamente feliz.
FIN
se imaginan hoy es mi cumple y mis adorados hijos me regalan un blog algo que queria tener pero por tiempo lo postergue pero ahora es el momento de escribir y compartir algo de nuestra valiosa vida
martes, 29 de enero de 2013
miércoles, 23 de enero de 2013
EL CASTILLO DE IRAS Y NO VOLVERAS(2° parte)
La mujer terca en lo que deseaba,no quiso escuchar y terminó la discusión con estas palabras:
-Nada ,nada;no me convences! O me traes ese pez de que me has hablado, o despídete de la tranquilidad,toda vez que no pienso ceder ni un punto.
Así fué como el pobre pescador hubo de volver a echar sus redes y esperar hasta que el gran pez volvió a entrar en ellas.Apenas el pez estuvo en la barca habló en esto términos:
-¿Porqué has vuelto a pescarme? ¿No cumplí lo prometido? ¿No os he hecho ricos a tí y a toda tu familia?¿Qué deseas ahora de mi?
-¡Ay,amigo mío!Bien sé que cumpliste todo lo prometido.Mas yo he cometido la estupidez de confiarle a mi mujer lo sucedido y ella se ha empeñado en que quiere tenerte.Largo rato discutieron,mas en vista de que el pescador estaba decidido a cumplir lo que deseaba su esposa,el pez no tuvo más remedio que ceder.
-Mira-le dijo-toda vez que estás dispuesto a matarme,voy a decirte lo que has de hacer conmigo: la cabeza se la das a la perra,la cola a la yegua ,el cuerpo a tu mujer y las tripas las entierras en el corral.
Así prometió hacerlo el pescador,y con gran sentimiento por su parte ,dio muerte al gran pez.Cuando estuvo de regreso en su casa contó a su mujer lo sucedido y las instrucciones dadas por el animal antes de morir, y como la mujer ya no sentía el menor interés por aquellos despojos no tuvo inconveniente en hacer lo que aquél había dicho.
Pasó algún tiempo y la perrita tuvo tres perritos rubios;la yegua tres yeguitas rubias y las mujer,tres niños igualmente rubios;en el corral surgieron tres lanzas.Los niños eran muy hermosos y exactamente iguales.
Cuando los niños fueron mozos dijeron un día a su padre:-Mira,padre;deseamos correr mundo y como aquí nos aburrimos deseamos que nos des tu permiso para lanzarnos en busca de aventuras.
Mostrose conforme el padre,y cuando llegó la hora de la partida entrego a cada uno de ellos una lanza,un perro y un caballo.En el momento de la despedida les hizo donación de una botella de agua clara,diciendoles:
-Cuando veáis que se enturbia el agua de estas botellas,poneos en guardia porque es señal de que os amenaza algún peligro.
Emprendieron todos la marcha y al llegar a una encrucijada se separaron marchando cada uno de ellos en pos de lo que les deparase el destino.
Al llegar uno de los jóvenes a la entrada de un pueblo vio que todas las mujeres estaban llorando,presas del mayor desconsuelo .
Al preguntar la causa de tal trastorno,le respondieron:-Has de saber,apuesto joven que en aquel castillo que se divisa allá lejos vive una enorme serpiente de siete cabezas la cual cada año nos exige un tributo que le estreguemos una de nuestras doncellas y este año le ha tocado a la hija de nuestro muy amado rey.La princesa es la doncella más hermosa y caritativa que existe en la tierra y como no existe salvación para ella,todos sus súbditos estamos desesperados.
Rogó entonces el joven que le llevasen a la presencia de la princesa y al verla tan hermosa se sintió enamorado de ella; echándose a sus plantas le suplicó su permiso para matar a la serpiente.La princesa le llevó entonces ante el rey y le expuso el noble deseo del joven; el rey abrazó al campeón ,y al tiempo autorizarle para luchar con la bicha y le dijo:
-Ardua es la empresa que tratas de llegar a cabo,mas yo te prometo que si sales airoso de ella,te daré a la princesa por esposa junto con la mitad de mis bienes.
Con lo que la princesa y su defensor se encaminaron hacia el castillo de la serpiente.Apenas llegados ante las puertas de la mansión,se abrieron las puertas y por ellas salió la pavorosa hidra,que se lanzó sobre la princesa intentando devorarla.Entonces el joven se interpuso entre ambos,al tiempo que gritaba:
-¡Aquí mi perro,mi lanza y mi yegua!
Montó en la yegua y empuñando la lanza arremetió valientemente contra el terrible animal.La serpiente empezó a retorcerse tr atando de deshacerse de su enemigo,mas entonces el perro le acometió con terribles dentelladas y entre lanzazos y mordiscos pronto quedó el horrible bicho tendido sin vida a los pies de la princesa.El vencedor cortó las siete lenguas del monstruo y poniendo a la princesa a la grupa de la yegua emprendió el camino de regreso hacia el palacio del rey.
Al aparecer el caballero con la doncella a la grupa de la yegua,todo el pueblo salió de sus casas aclamándoles, no cesaron en sus vítores hasta llegar a las puertas del palacio del rey.Éste al oír las vivas de sus súbditos salió al balcón para enterarse del motivo de tal algarabía y grande fué su alegría al ver llegar a su hija sana y salva junto con su apuesto salvador.
Con muchas fiestas y regocijos populares se celebró la liberación de la princesa y a continuación empezaron los preparativos para la boda.
Mas hete aquí que un envidioso caballero de la corte del rey que en repetidas ocasiones había solicitado la mano de la princesa y siempre había sido rechazado por ésta,debido a su maldad,se dirigió al lugar donde yacía el cadáver de la serpiente y cortandole las siete cabezas,se presentó con ellas ante el rey.
-Señor-le dijo- vengo a que cumpláis vuestra palabra de entregar la mano de vuestra hija al matador de la serpiente y como yo he sido el que,exponiendo mi vida he llevado a feliz término tal hazaña,os reclamo tal privilegio.
En extremo confuso quedó el monarca ante la pretensión del mal caballero,mas como él había empeñado su palabra de entregar la mano de su hija al que les librase de la hidra,no sabía qué partido tomar.Llamó a su presencia a la princesa y a su enamorado y les habló del siguiente modo:
-Hijos míos muy contento estaba de que os casaseis,toda vez que veo que este joven es valiente y generoso; mas ahora se presenta ante mi este caballero con la pretensión de que él fue el vencedor de la serpiente.Como prueba de la veracidad de lo que dice,trae las cabezas del monstruo y como yo prometí casar a mi hija con aquel que llevase a término tal heroicidad,me veo obligado a cumplir mi palabra.
Al oír tales palabras casi se desmayó la princesa, pues de todo corazón aborrecía a aquel malvado mas estaba segura de que sí no mediaba algún milagro su padre la obligaría a casarse con él toda vez que llevaba las cabezas de la serpiente y por más que a ella le constase que había sido otro su campeón,su padre no atendería a razones ante la prueba presentada.Llena de desesperación dirigió sus llorosos ojos hacia su salvador y vio que éste sonreía alegremente.¿A qué era debida la alegría del joven? ¿No se daba cuenta de que iba a perderla?
Pronto salió de dudas la princesa pues su campeón la ciño amorosamente por la cintura ,como quién está seguro de la victoria y tras dirigirle una tierna mirada se volvió hacia el mal caballero y con voz burlona le dijo:-Decidme buen hombre ¿Podríais decirme de que medios me he valido yo para cortar las lenguas de la serpiente si,como vos decís ,soís el matador?
Y diciendo esto sacó el pañuelo donde llevaba los trofeos y los mostró ante los reunidos.Grande asombro produjo entre los presentes las palabras de nuestro amigo y el rey ordenó a un criado que abriese las fauces de las cabezas presentadas por el mal caballero ,con lo que todos quedaron convencidos de quién había sido el verdadero héroe.Seguidamente el monarca ordenó que prendiesen al impostor,le azotasen y lo expulsasen de su reino,con la orden expresa de que jamás se presentase de nuevo por allí bajo la pena de decapitarlo.(continuará)
-Nada ,nada;no me convences! O me traes ese pez de que me has hablado, o despídete de la tranquilidad,toda vez que no pienso ceder ni un punto.
Así fué como el pobre pescador hubo de volver a echar sus redes y esperar hasta que el gran pez volvió a entrar en ellas.Apenas el pez estuvo en la barca habló en esto términos:
-¿Porqué has vuelto a pescarme? ¿No cumplí lo prometido? ¿No os he hecho ricos a tí y a toda tu familia?¿Qué deseas ahora de mi?
-¡Ay,amigo mío!Bien sé que cumpliste todo lo prometido.Mas yo he cometido la estupidez de confiarle a mi mujer lo sucedido y ella se ha empeñado en que quiere tenerte.Largo rato discutieron,mas en vista de que el pescador estaba decidido a cumplir lo que deseaba su esposa,el pez no tuvo más remedio que ceder.
-Mira-le dijo-toda vez que estás dispuesto a matarme,voy a decirte lo que has de hacer conmigo: la cabeza se la das a la perra,la cola a la yegua ,el cuerpo a tu mujer y las tripas las entierras en el corral.
Así prometió hacerlo el pescador,y con gran sentimiento por su parte ,dio muerte al gran pez.Cuando estuvo de regreso en su casa contó a su mujer lo sucedido y las instrucciones dadas por el animal antes de morir, y como la mujer ya no sentía el menor interés por aquellos despojos no tuvo inconveniente en hacer lo que aquél había dicho.
Pasó algún tiempo y la perrita tuvo tres perritos rubios;la yegua tres yeguitas rubias y las mujer,tres niños igualmente rubios;en el corral surgieron tres lanzas.Los niños eran muy hermosos y exactamente iguales.
Cuando los niños fueron mozos dijeron un día a su padre:-Mira,padre;deseamos correr mundo y como aquí nos aburrimos deseamos que nos des tu permiso para lanzarnos en busca de aventuras.
Mostrose conforme el padre,y cuando llegó la hora de la partida entrego a cada uno de ellos una lanza,un perro y un caballo.En el momento de la despedida les hizo donación de una botella de agua clara,diciendoles:
-Cuando veáis que se enturbia el agua de estas botellas,poneos en guardia porque es señal de que os amenaza algún peligro.
Emprendieron todos la marcha y al llegar a una encrucijada se separaron marchando cada uno de ellos en pos de lo que les deparase el destino.
Al llegar uno de los jóvenes a la entrada de un pueblo vio que todas las mujeres estaban llorando,presas del mayor desconsuelo .
Al preguntar la causa de tal trastorno,le respondieron:-Has de saber,apuesto joven que en aquel castillo que se divisa allá lejos vive una enorme serpiente de siete cabezas la cual cada año nos exige un tributo que le estreguemos una de nuestras doncellas y este año le ha tocado a la hija de nuestro muy amado rey.La princesa es la doncella más hermosa y caritativa que existe en la tierra y como no existe salvación para ella,todos sus súbditos estamos desesperados.
Rogó entonces el joven que le llevasen a la presencia de la princesa y al verla tan hermosa se sintió enamorado de ella; echándose a sus plantas le suplicó su permiso para matar a la serpiente.La princesa le llevó entonces ante el rey y le expuso el noble deseo del joven; el rey abrazó al campeón ,y al tiempo autorizarle para luchar con la bicha y le dijo:
-Ardua es la empresa que tratas de llegar a cabo,mas yo te prometo que si sales airoso de ella,te daré a la princesa por esposa junto con la mitad de mis bienes.
Con lo que la princesa y su defensor se encaminaron hacia el castillo de la serpiente.Apenas llegados ante las puertas de la mansión,se abrieron las puertas y por ellas salió la pavorosa hidra,que se lanzó sobre la princesa intentando devorarla.Entonces el joven se interpuso entre ambos,al tiempo que gritaba:
-¡Aquí mi perro,mi lanza y mi yegua!
Montó en la yegua y empuñando la lanza arremetió valientemente contra el terrible animal.La serpiente empezó a retorcerse tr atando de deshacerse de su enemigo,mas entonces el perro le acometió con terribles dentelladas y entre lanzazos y mordiscos pronto quedó el horrible bicho tendido sin vida a los pies de la princesa.El vencedor cortó las siete lenguas del monstruo y poniendo a la princesa a la grupa de la yegua emprendió el camino de regreso hacia el palacio del rey.
Al aparecer el caballero con la doncella a la grupa de la yegua,todo el pueblo salió de sus casas aclamándoles, no cesaron en sus vítores hasta llegar a las puertas del palacio del rey.Éste al oír las vivas de sus súbditos salió al balcón para enterarse del motivo de tal algarabía y grande fué su alegría al ver llegar a su hija sana y salva junto con su apuesto salvador.
Con muchas fiestas y regocijos populares se celebró la liberación de la princesa y a continuación empezaron los preparativos para la boda.
Mas hete aquí que un envidioso caballero de la corte del rey que en repetidas ocasiones había solicitado la mano de la princesa y siempre había sido rechazado por ésta,debido a su maldad,se dirigió al lugar donde yacía el cadáver de la serpiente y cortandole las siete cabezas,se presentó con ellas ante el rey.
-Señor-le dijo- vengo a que cumpláis vuestra palabra de entregar la mano de vuestra hija al matador de la serpiente y como yo he sido el que,exponiendo mi vida he llevado a feliz término tal hazaña,os reclamo tal privilegio.
En extremo confuso quedó el monarca ante la pretensión del mal caballero,mas como él había empeñado su palabra de entregar la mano de su hija al que les librase de la hidra,no sabía qué partido tomar.Llamó a su presencia a la princesa y a su enamorado y les habló del siguiente modo:
-Hijos míos muy contento estaba de que os casaseis,toda vez que veo que este joven es valiente y generoso; mas ahora se presenta ante mi este caballero con la pretensión de que él fue el vencedor de la serpiente.Como prueba de la veracidad de lo que dice,trae las cabezas del monstruo y como yo prometí casar a mi hija con aquel que llevase a término tal heroicidad,me veo obligado a cumplir mi palabra.
Al oír tales palabras casi se desmayó la princesa, pues de todo corazón aborrecía a aquel malvado mas estaba segura de que sí no mediaba algún milagro su padre la obligaría a casarse con él toda vez que llevaba las cabezas de la serpiente y por más que a ella le constase que había sido otro su campeón,su padre no atendería a razones ante la prueba presentada.Llena de desesperación dirigió sus llorosos ojos hacia su salvador y vio que éste sonreía alegremente.¿A qué era debida la alegría del joven? ¿No se daba cuenta de que iba a perderla?
Pronto salió de dudas la princesa pues su campeón la ciño amorosamente por la cintura ,como quién está seguro de la victoria y tras dirigirle una tierna mirada se volvió hacia el mal caballero y con voz burlona le dijo:-Decidme buen hombre ¿Podríais decirme de que medios me he valido yo para cortar las lenguas de la serpiente si,como vos decís ,soís el matador?
Y diciendo esto sacó el pañuelo donde llevaba los trofeos y los mostró ante los reunidos.Grande asombro produjo entre los presentes las palabras de nuestro amigo y el rey ordenó a un criado que abriese las fauces de las cabezas presentadas por el mal caballero ,con lo que todos quedaron convencidos de quién había sido el verdadero héroe.Seguidamente el monarca ordenó que prendiesen al impostor,le azotasen y lo expulsasen de su reino,con la orden expresa de que jamás se presentase de nuevo por allí bajo la pena de decapitarlo.(continuará)
martes, 22 de enero de 2013
EL CASTILLO DE IRAS Y NO VOLVERAS
En una miserable choza vivía un pescador con su mujer y sus siete hijos.Tan pobres eran que sólo se mantenían de lo que el padre lograba sacar del río con sus redes ,y tan escaso era lo que el buen hombre conseguía que la mayor parte de los días no tenían ni para una sola comida.Uno de aquellos días estaban la mujer y los hijos esperando con gran ansiedad su regreso,toda vez que el día anterior no habían comido nada, por no haber podido el pescador coger ni el más insignificante pececillo.No tardó en aparecer el pobre hombre con las redes al hombro y aspecto macilento y cabizbajo.Toda la prole corrió hacia él con el ansia pintada en sus hambrientos rostros y le rodearon lanzando grandes exclamaciones.
-¿Has tenido suerte,padre? ¿podremos comer bastante hoy? ¿Cuántos pescados tocaremos por cabeza?
El desgraciado pescador bajó la cabeza y dos gruesas lagrimas rodaron por sus atezadas mejillas.¿Cómo decir a aquellas infelices criaturas que por más que había lanzado las redes una y otra vez,siempre las había sacado vacías?
Los niños,al ver que su padre no contestaba a sus preguntas,pronto se dieron cuenta que aquel día tampoco tendrían nada que llevarse a la boca, y cesando en sus gritos fueron retirando apesadumbrados hacia la choza, y echándose en un rincón se dispusieron a dormir,pensando filosoficamente que quizá al día siguiente su padre tendría más suerte y les traería algo para saciar el hambre que sentían.
Apenas amaneció el día siguiente,ya estaba el pescador otra vez con las redes al hombro y en vista que en aquella parte no había podido pescar nada los días anteriores,decidió remontar el río y probar en el sitio en que la corriente era más impetuosa. Llegado que fue al centro del río,lanzó las redes, y apenas habían transcurrido unos momentos,notó que algo se agitaba dentro de las mismas.Lleno de júbilo empezó a tirar de ellas ,más con enorme sorpresa se dio cuenta que apenas podía moverlas. ¡Qué alegría tan inmensa tuvo el pescador,toda vez que, a juzgar por el enorme esfuerzo que le costaba hacerse con la pesca ,ésta debía de ser muy importante! Los ojos del hombre brillaban de satisfacción al pensar que con lo que pescase,su mujer y sus hijos tendrían comida suficiente para varios días.No obstante,se sentía preocupado por el gran esfuerzo que le costaba izar las redes.¿Y si éstas ,ya un tanto viejas,no resistían aquel peso?Con grandes preocupaciones las fue recogiendo, y cuando ya estaban cerca de la superficie vio un enorme pez que se debatía entre las mallas.Al fin pudo hacerse con el monstruoso animal, y cuando se disponía a darle muerte,oyó que éste decía:
-¡Pescador,pescadorcito, sueltame y tendrás toda la pesca que desees!
-¡Esta sí que es buena!-respondió el pescador-Por una vez que tengo suerte voy a desperdiciarla.No amigo mío;irás a para a los estómagos de mi mujer y mis hijos,que buena necesidad tienen de ello.Pero el pez no se dio por vencido y volvió a insistir:
-¡ Óyeme,pescador! Si me sueltas ,te prometo que cada día podrás venir con un carro y llevarte todos los peces que puedas cargar en él.Se quedó un momento pensativo el pescador y echó sus cálculos.Bien cierto es -pensaba-que con aquel pez podrían comer él y su familia durante unos días,mas pasados éstos volverían a pasar hambre y quién sabe si hasta llegarían todos a morir de inanición,mientras si lo que aquel pez le prometía y estaba dispuesto a creer que no le engañaba-era cierto,jamás volverían a tener que acostarse sin comer. Rápidamente se decidió.
-Bien-le dijo-voy a soltarte,mas espero que cumplas tu palabras: mañana estaré aquí con un carro y supongo que harás honor a lo que prometes.
Así diciendo abrió la red y puso en libertad al enorme animal el cual,con un poderoso impulso de su cola,se hundió en las profundidades de las aguas................
Algo mohíno regresó el pescador a su casa,toda vez que si contaba a su mujer lo sucedido,ésta le reprocharía el haber dejado escapar el gran pez y si después resultaba que éste no cumplía su promesa,cada día estaría machacándole con lo mismo.En consecuencia,decidió guardar el secreto y al día siguiente mientras su mujer aún dormía,enganchó su escuálido caballejo al carro y se encaminó al lugar de la víspera.Apenas llegó lanzó las redes y aún no habían terminado de desplegarse,cuando se fueron al fondo,tal era la cantidad de peces de todas clases que en ellas entraban.Una y otra vez las lanzó el pescador,y siempre obtenía el mismo resultado.Pronto estuvo el carro tan cargado que temiendo que el caballejo no pudiese arrastrar tanto peso,optó por recoger las redes y encaminarse hacia su humilde vivienda.
¡Grande fue el asombro de su mujer e hijos al verle regresar con tan preciosa carga! Su mujer quiso saber de dónde había sacado tan gran cantidad de peces ,mas él,temiendo alguna indiscreción de su parte,no se lo quiso decir. Rápidamente descargaron la mercancía y tras de comer lo que quisieron,decidieron ir al mercado y vender el resto con lo que obtuvieron pingues ganancias.
Al día siguiente se repitió lo mismo que la víspera y al otro día también en días sucesivos, negándose siempre el pescador a revelar a su mujer el secreto de aquel cambio de fortuna.
Mujer -le decía- confórmate con la suerte de que ahora disfrutamos y no trates de averiguar de dónde nos viene.La curiosidad nunca ha sido cosa buena; no trates por lo tanto,de averiguar de qué medios me valgo para conseguir tanta pesca.
Pasaron los días y cada vez eran más ricos el pescador y por ende ,su mujer e hijos.Compraron una hermosa casa,trajes y joyas; en fin todo aquello que es necesario para que la vida sea más agradable.Mas la mujer del pescador no cesaba de mortificar a éste para que le hiciese partícipe de su secreto y tanto llegó a insistir de día y de noche que le marido,deseando que le dejase en paz,no tuvo más remedio que confiarle al fin lo que deseaba tener oculto.
¡Ah !-exclamó la mujer- ¿Conque era eso? Pues bien; deseo que me lo traigas y si no lo haces no te dejaré vivir en paz.
Pero mujer-trató de conformarla el marido-piensa que él cumplió lo prometido y aunque nada más sea por agradecimiento toda vez que a él le debemos la gran prosperidad de que actualmente gozamos.no debemos hacerle ningún mal.(continuará)
-¿Has tenido suerte,padre? ¿podremos comer bastante hoy? ¿Cuántos pescados tocaremos por cabeza?
El desgraciado pescador bajó la cabeza y dos gruesas lagrimas rodaron por sus atezadas mejillas.¿Cómo decir a aquellas infelices criaturas que por más que había lanzado las redes una y otra vez,siempre las había sacado vacías?
Los niños,al ver que su padre no contestaba a sus preguntas,pronto se dieron cuenta que aquel día tampoco tendrían nada que llevarse a la boca, y cesando en sus gritos fueron retirando apesadumbrados hacia la choza, y echándose en un rincón se dispusieron a dormir,pensando filosoficamente que quizá al día siguiente su padre tendría más suerte y les traería algo para saciar el hambre que sentían.
Apenas amaneció el día siguiente,ya estaba el pescador otra vez con las redes al hombro y en vista que en aquella parte no había podido pescar nada los días anteriores,decidió remontar el río y probar en el sitio en que la corriente era más impetuosa. Llegado que fue al centro del río,lanzó las redes, y apenas habían transcurrido unos momentos,notó que algo se agitaba dentro de las mismas.Lleno de júbilo empezó a tirar de ellas ,más con enorme sorpresa se dio cuenta que apenas podía moverlas. ¡Qué alegría tan inmensa tuvo el pescador,toda vez que, a juzgar por el enorme esfuerzo que le costaba hacerse con la pesca ,ésta debía de ser muy importante! Los ojos del hombre brillaban de satisfacción al pensar que con lo que pescase,su mujer y sus hijos tendrían comida suficiente para varios días.No obstante,se sentía preocupado por el gran esfuerzo que le costaba izar las redes.¿Y si éstas ,ya un tanto viejas,no resistían aquel peso?Con grandes preocupaciones las fue recogiendo, y cuando ya estaban cerca de la superficie vio un enorme pez que se debatía entre las mallas.Al fin pudo hacerse con el monstruoso animal, y cuando se disponía a darle muerte,oyó que éste decía:
-¡Pescador,pescadorcito, sueltame y tendrás toda la pesca que desees!
-¡Esta sí que es buena!-respondió el pescador-Por una vez que tengo suerte voy a desperdiciarla.No amigo mío;irás a para a los estómagos de mi mujer y mis hijos,que buena necesidad tienen de ello.Pero el pez no se dio por vencido y volvió a insistir:
-¡ Óyeme,pescador! Si me sueltas ,te prometo que cada día podrás venir con un carro y llevarte todos los peces que puedas cargar en él.Se quedó un momento pensativo el pescador y echó sus cálculos.Bien cierto es -pensaba-que con aquel pez podrían comer él y su familia durante unos días,mas pasados éstos volverían a pasar hambre y quién sabe si hasta llegarían todos a morir de inanición,mientras si lo que aquel pez le prometía y estaba dispuesto a creer que no le engañaba-era cierto,jamás volverían a tener que acostarse sin comer. Rápidamente se decidió.
-Bien-le dijo-voy a soltarte,mas espero que cumplas tu palabras: mañana estaré aquí con un carro y supongo que harás honor a lo que prometes.
Así diciendo abrió la red y puso en libertad al enorme animal el cual,con un poderoso impulso de su cola,se hundió en las profundidades de las aguas................
Algo mohíno regresó el pescador a su casa,toda vez que si contaba a su mujer lo sucedido,ésta le reprocharía el haber dejado escapar el gran pez y si después resultaba que éste no cumplía su promesa,cada día estaría machacándole con lo mismo.En consecuencia,decidió guardar el secreto y al día siguiente mientras su mujer aún dormía,enganchó su escuálido caballejo al carro y se encaminó al lugar de la víspera.Apenas llegó lanzó las redes y aún no habían terminado de desplegarse,cuando se fueron al fondo,tal era la cantidad de peces de todas clases que en ellas entraban.Una y otra vez las lanzó el pescador,y siempre obtenía el mismo resultado.Pronto estuvo el carro tan cargado que temiendo que el caballejo no pudiese arrastrar tanto peso,optó por recoger las redes y encaminarse hacia su humilde vivienda.
¡Grande fue el asombro de su mujer e hijos al verle regresar con tan preciosa carga! Su mujer quiso saber de dónde había sacado tan gran cantidad de peces ,mas él,temiendo alguna indiscreción de su parte,no se lo quiso decir. Rápidamente descargaron la mercancía y tras de comer lo que quisieron,decidieron ir al mercado y vender el resto con lo que obtuvieron pingues ganancias.
Al día siguiente se repitió lo mismo que la víspera y al otro día también en días sucesivos, negándose siempre el pescador a revelar a su mujer el secreto de aquel cambio de fortuna.
Mujer -le decía- confórmate con la suerte de que ahora disfrutamos y no trates de averiguar de dónde nos viene.La curiosidad nunca ha sido cosa buena; no trates por lo tanto,de averiguar de qué medios me valgo para conseguir tanta pesca.
Pasaron los días y cada vez eran más ricos el pescador y por ende ,su mujer e hijos.Compraron una hermosa casa,trajes y joyas; en fin todo aquello que es necesario para que la vida sea más agradable.Mas la mujer del pescador no cesaba de mortificar a éste para que le hiciese partícipe de su secreto y tanto llegó a insistir de día y de noche que le marido,deseando que le dejase en paz,no tuvo más remedio que confiarle al fin lo que deseaba tener oculto.
¡Ah !-exclamó la mujer- ¿Conque era eso? Pues bien; deseo que me lo traigas y si no lo haces no te dejaré vivir en paz.
Pero mujer-trató de conformarla el marido-piensa que él cumplió lo prometido y aunque nada más sea por agradecimiento toda vez que a él le debemos la gran prosperidad de que actualmente gozamos.no debemos hacerle ningún mal.(continuará)
Suscribirse a:
Entradas (Atom)