jueves, 24 de noviembre de 2011

EL MILAGRO DE LA VIRGEN DE OLITE (Leyenda Navarra) II parte

traslucía en su bello rostro.¿Por qué,Virgencita querida,no podía ella bailar como la hacían las otras mozas? ¿Por qué ninguno de aquellos muchachos venía a rondar su ventana?¿Por qué...por qué?
Una de las viejucas reparó en el triste semblante de Isabel,y en voz baja,pero lo bastante que no llegase a oídos de la niña,dijo a la que se hallaba a su lado:-Fíjate qué cara de pena tiene la lisiadita.Mejor hubiese sido que muriera al nacer.
-¡Madre! ¡Madre!-gemía la invalida-¡No puedo más;no puedo soportar más mi desgracia! ¿Por qué no me llevará la Virgen con ella?
Y lloraba,lloraba con todas aquellas lágrimas que durante tanto tiempo había ocultado para no apenar a su buena madre.Pero ahora no podía retenerlas más y necesitaba desahogar su pena en un pecho amante que comprendiese todo su dolor.La  madre apoyó la cabeza de su hija sobre su corazón y las lagrimas de las dos mujeres rodaron juntas.
Algo más tranquila,la niña levantó su carita,mojada aún por las lágrimas,y pidió perdón a la buena mujer por la pena que le había causado.
-Hija mía-dijo la madre-,todos hemos de llevar nuestras penas con resignación.Piensa en Aquel que sufrió toda clase de vejaciones por nosotros,simples pecadores.Piensa en su Divina Madre,consuelo de todos los afligidos.¿Por qué no vas a la ermita y te pones bajo su Divina protección?
Ella,que no desampara a sus hijos,te dará fortaleza para sobrellevar tu desgracia.Ve,hija mía,la Divina Señora te confortará mejor que yo pueda hacerlo.
Trabajosamente subía la lisiada,montada en su coche de ruedas,la cuesta que llevaba a la ermita.No había querido que nadie la acompañase.Deseaba contar sus cuitas a la Señora sin que ninguna persona pudiese ser testigo de su dolor.
Llegado  que hubo a la puerta de la humilde ermita,se dejó caer del cochecito y arrastrándose por el suelo llegó hasta el pie del altar.En una sencilla hornacina se hallaba la imagen de la Virgen de Olite,de la que tantos milagros se contaban.No era una decorativa imagen vestida con ricos ropajes ni iluminada por millares de luces,sino una sencilla imagen de barro,a la que el fervor de los aldeanos sacaba cada año en procesión.
La niña,alzando su carita mojada por las lágrimas,rezó unas oraciones ante la venerada imagen,pidiendole que le diese fuerzas para llevar con resignación su desgracia.
Después por su imaginación pasaron todos los goces de que se había visto privada desde su nacimiento.Desfilaron ante su vista su triste infancia,privada de los juegos y correrías propios de la temprana edad; sus sueños juveniles,que jamás podría ver realizados;las eternas palabras de commiseración que oía a su paso o leía en los ojos de todo aquel que se cruzaba en su camino....
Una gran congoja atenazó su corazón y no pudo contener las ardientes lágrimas que brotaban de sus ojos y que le quemaban las mejillas...¿Por qué,Divina Señora,porqué había de ser ella diferente a las demás?..
¿Por qué su infancia había transcurrido tan triste y su juventud se marchitaría inútilmente ,sin saber lo que era tener un marido,ni hijos que alegrasen los frío años de su vejez?....¿Por qué,Señora,por qué?...
Echada de bruces sobre las gradas del altar,la desgraciada lloraba...lloraba...Desgarradores sollozos sacudían su frágil cuerpecillo...Lentamente fueron haciéndose menos frecuentes los sollozos; las lágrimas dejaron de resbalar por sus mejillas y una dulce serenidad calmó las angustias de aquella alma atormentada.Algo había sucedido muy cerca de ella....,algo que no podía explicarse...Sorprendida, levantó la mirada hacia el altar...
¡Oh milagro! La humilde imagen de barro había desaparecido de la hornacina y en su lugar se encontraba la Divina Señora.La Divina Señora,consuelo de todos los afligidos .Su Divina Faz estaba iluminada por una celestial y compasiva sonrisa y en sus ojos podía leerse la promesa de que todo aquel que acudiese a Ella en demanda de alivio para sus quebrantos seria escuchado.Sí ;Ella intercedería ante su Hijo para que todas las culpas fuesen perdonadas y todos los dolores aliviados....
Se abrieron los Celestiales labios,pronunciando palabras que inundaron de gozo el corazón de la invalida,más por la dulzura con que fueron pronunciadas que por la promesa que en sí llevaban.
"Has acudido a Mí en busca de consuelo y Yo he intercedido por ti,pobre niña,ante mi Hijo.Hallarás remedio a tus males,más aún no ha llegado la hora.Confía en El que todo lo puede; día llegará en que hallarás tu recompensa en la tierra."
Se sumió la niña en delicioso éxtasis y cuando de nuevo se recobró elevó los ojos hacia el altar.La celestial Visión había desaparecido y la imagen de barro volvía a estar en su nicho...
¡Qué feliz se sentía la invalida!Gracias a su desgracia había gozado de la Celestial Visión.¡Que pocos mortales habían alcanzado tanta dicha!
Aquel inolvidable día regreso a su casa transfigurada.Se echó en brazos de su buena madre y le contó el milagro realizado en la ermita.Ambas,abrazadas,lloraron....,mas sus lagrimas esta vez eran de felicidad...;confiaban...,confiaban en la promesa de la Señora,de la Divina Señora,paño de lágrimas de todo aquel que acudía a Ella...
Pasó algún tiempo y ya nadie pudo jamás volverse a compadecer de la lisiada.El rostro de la niña irradiaba tal felicidad,que de todos los contornos acudían a contemplarla,deseosos de bañarse en la serenidad de sus bellos ojos.Todo el que acudía a su lado en busca de consuelo para  sus tribulaciones,marchaba satisfecho y con la paz en el corazón....
Mientras tanto la niña esperaba...,esperaba...,siempre confiada en aquellas palabras brotadas de los Celestiales labios:"Día llegará en que hallarás tu recompensa en la tierra"...
Y una mañana...Se hallaba la doncella apaciblemente sentada en su cochecito de ruedas bordando una servilleta para el altar de la Señora,cuando Toñon,un espigado muchacho de aquellos lugares,se acercó a la invalida tímidamente.
-Isabel-le dijo-,Isabel,¿podrías escuchar unas palabras que ya no puedo tener guardadas más tiempo dentro de mi pecho?
La doncella levantó hacia él la mirada de sus límpidos ojos, mas algo confusa no tardó en bajarlos al suelo y un vivo rubor coloreó su pálida frente, ¿Acaso Toñón...,aquel apuesto joven,tras el que corrían todas las mozas del lugar..? ¡Cuántas veces sus sueños juveniles se habían  recreado en el recuerdo de su viril apostura! ¡Cuántas veces al verlo los domingos en la iglesia ,sus pensamientos habían distraídos  de sus oraciones ante la presencia del mozo!Pero la Señora no le tendría eso en cuenta.¡Era tan buena la Señora..!
El joven seguía hablando..,hablando..Bien es verdad que sus palabras no tenían mucho sentido.Toñón ,el apuesto joven tan decidor y atrevido con las mozas,balbuceaba ante la lisiada:
-Quisiera decirte,Isabel..;bueno ,tú ya me comprendes...Yo aturullándose no salía de aquí.Al fin tuvo un arranque y cogiendo las manos de la doncella entre las suyas ,ya por completo desesperado ,exclamó-:¡Por favor,Isabel,no me lo hagas tan difícil! Sí tú no me ayudas,no se en que forma decirte que te amo y me consideraría muy feliz si quisieses ser mi esposa.
Isabel ,la serena Isabel,tampoco se veía capaz de pronunciar un largo discurso ,por lo que estrecho un poco más las manos que habían aprisionado las suyas y dijo sí con la cabeza.
Una sonrisa de felicidad iluminó el varonil semblante del mozo ,el cual cogiendo delicadamente el rostro de Isabel entre sus manos,posó en él sus labios respetuosamente.Entonces....
¿ Qué pasó por el cuerpo de la inválida? Sintió como si una corriente eléctrica le recorriese todo el cuerpo,y sus piernas,sus pobre piernas,que jamás habían podido dar un solo paso,se sintieron llenas de vigor.La joven,poniendose en pie,dio unos cuantos pasos y después echo a correr ladera arriba en dirección a la ermita,donde se postró a los pies de la Señora transida de felicidad.
¡El milagro se había realizado! Jesús había escuchado el ruego de su Divina Madre.Allí la encontró Toñón ,el cual fue arrodillarse a lado de su novia.
En la catedral de Tafalla existen dos sepulcros ,el uno junto al otro.En ellos reposan Toñón e Isabel,su esposa.Durante su vida favorecieron a todo aquel que acudía a ellos en busca de ayuda,y su fama de virtuosos fue tan grande ,que ha llegado hasta nosostros.
FIN

1 comentario:

lisbett dijo...

Hola hermana, que historia tan bonita y sobre todo nos deja un mensaje, de tener siempre Fé en Dios y en la Virgen María, sé que todo sucede por alguna razón, sólo queda ponernos en manos de Dios y en su santa voluntad.Qué recuerdos más bonitos, de nuestra niñez, auqellos libros que nos compraba nuestra mamá, Los Diez mejores cuentos Españoles, y los Diez mejores cuentos orientales. Recibe un fuerte abrazo y te felicito por rescatar esas hermosas historias.